Yo no tengo soledades concurridas ni miedos de princesa abandonada,
no tengo una pizca de paredes gigantescas, ni lunas con leche.
Te dibujo, pero ya no soy artista.
Te escribo; pero ya no puedo sostener la pluma.
Mi soledad está cubierta de húmeda poesía, de cartas con rojo,
de cafés que se enfrían, de bares con horas interminables,
con las mismas canciones de fondo.
Ya mi soledad se rebalsa, cubre todo, por fuera y por dentro;
dejándote nada de espacio.
2002
Imagen: Gabriel Jones