TRANSPORTE

Tengo 5 años

Estoy perdida en el parque

Es Semana Santa

la gente cubre por completo las calles

Me escurro entre piernas,

algodones de colores, chupetes color sangre

Huyo del barullo

Pero no sé a donde voy

Me imagino sola para siempre

parece absurdo

Y da miedo

Muerdo mi cadena dorada

las lágrimas se me escurren por el cuello

–Pero volar es posible a veces, y volando vuelvo a casa–

Tengo 11 años

Me escondo en el autobús

Entierro la nariz en la manga del suéter

o una vieja servilleta

Todo se tiñe de rojo

Se escurre entre mis dedos

Se ha vuelto parte de la rutina

aunque no entiendo qué pasa

Todas las mañanas el frío, la sangre

Tengo los pies y la muñeca vendados

–Desaparecer es una opción, basta con cerrar los ojos–

Tengo 16

Soy una pasajera en mi vida

Un cuerpo que falla cada tantos kilómetros

Adopto una forma distinta cada vez

Mi interior se siente apretado

Sus esquinas lastiman

Siento miedo y tengo rabia

Intento hacer sentido de mis propias palabras

Mis pensamientos ya no me pertecen

Me esfuerzo por no dormir

La tinta me acompaña,

su ritmo me relaja

Noche tras noche me ahogo en la almohada

Dejo de respirar por un momento

Pero regreso, algo de mí, al menos

Eterno retorno

Tengo 17 años

Encuentro consuelo en mi propia piel

Las marcas son lo de menos

Es ese instante

El respiro profundo que le sigue

Y la calma

–Es posible hacerlo siguiendo el principio de equivalencias–

19 años

Corro entre la nieve

El frío me hela los huesos

La boca se me llena de espuma

mientras me voy evaporando

Cartas para nadie en un juego interminable,

hipnotizador

cadena suplementaria de significado

No soy yo

Una presencia gobernante organiza las palabras

de manera arbitraria

El ventanal helado de un restaurante de comida rápida

Las luces apagándose

El peso de no tener ganas de nada

Y las ganas de desvanecerse

El tren es una máquina de tiempo

El discman con el disco de siempre a todo volumen

Los pasajeros se vuelven entes transparentes

Juego a que desaparecen,

descompongo y recompongo

–Incluso nosotros podemos ser dioses de algo–

Tengo 23

Camino en la oscuridad

Huyo de mi misma

Arriesgándolo todo

El cuerpo no es más que un transporte

Quería ser artista

Los años se fueron convirtiendo en una exhibición patológica

Una retrospectiva metonímica, repetitiva

Suspendida en un tiempo que parece demasiado lejano

La oscuridad se fue alejando

10 años después

Fue sustituida por un reflejo blanco

Cuando era niña me perdía en mí misma

y en mis juegos imaginarios

Luego sólo me perdí

No pude encontrarme

Me recuperé ya vieja, desgastada

Y emprendí la construcción de un objeto virtual

Que le diera sentido a todo,

eso que en algún punto había sido yo

–Me baso en un principio diferencial para reconocerme–

Los daños colaterales son, por ratos, lo de menos


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s