Yo misma temo a veces que nada haya existido
que mi memoria mienta
que cada vez y siempre
-puesto que yo he cambiado-
cambie lo que he perdido
Mis manos tiemblan
los brazos y las piernas están adormecidos
Hoy continúo, sin embargo, aquí.
Y no me importa nada
no me molesta el dolor.
Hábito o costumbre.
No he dejado de morir.
Puedo contar todas mis muertes.
Pero no será esta enfermedad
la que termine conmigo…
2008