No regresará nunca.
Nuestro amor está muerto, tan muerto, y aún duele, a ratos duele.
Nos lamentamos cada uno en su soledad, en silencio.
A veces ambos lamentos, estoy segura, suceden en el mismo momento.
Pero un suspiro silencioso se los lleva, impidiéndoles siquiera acercarse.
El tiempo se encargara del olvido.
2006
Imagen: SANDER MEISNER