El desierto, la noche, el viento.
Despierto. No hay nada.
Nada a mi alrededor…
Cuando cierro los ojos
se me dibuja en el rostro
una pequeña sonrisa
porque te estoy viendo.
Tengo los zapatos cansados,
y los anteojos.
Las letras
ya no me salen a chorros de los dedos.
Las nubes, el humo, el silencio.
Me siento a contemplarme las manos.
Estiro las piernas, los brazos.
Las pestañas están mojadas.
2004
Imagen: Loek van Vliet