La música sube de tono y se vuelve más melancólica,
más dolorosa.
Cada vez se me aprieta más en la garganta.
Cada vez me estrecha más fuerte
y hunde su dolor en mi pecho.
Las voces son la tuya, las notas son tus ojos,
el ritmo tus movimientos.
La luz es tu mirada y la lluvia tu sonrisa triste.
Las nubes son tu barba y el viento tu cabello largo.
Tus abrazos son cada canción y cada letra tus palabras.
No voy a curarme.
Me siento y te espero.
Te llamo, quizás debería gritar más fuerte.
Te quiero, tal vez debería esforzarme por dejar de hacerlo.
La música continúa sonando. No creo que vaya a detenerse.
Aumenta su volumen, su ritmo se acelera.
2004
Imagen: Pierpaolo Ferrari