Cuando todo se queda en silencio
Me gusta quedarme inmóvil
Sintiendo mi corazón palpitar
Y escuchando mi respiración.
De vez en cuando logro oír el aire de afuera
O los autos que pasan.
Todo parece tan simple entonces,
Tan sencillo y suave,
Casi sublime.
Me convierto en nadie, o en nada,
Y me doy cuenta de mi existencia
Mi yo aquí, ahora.
Mi soledad es lo único que tengo
Y con ella esta deliciosa intimidad.
Nada ni nadie parece capaz de entrar en ella
O faltarle el respeto.
Empiezo a quedarme dormida poco a poco,
A sumergirme en esta especie de dimensión
En que el silencio se queda más callado
Y las imágenes se tornan casi transparentes…
En ese momento los recuerdos no son más
Que historias imaginarias,
Y el dolor parece ser solamente un arrullo,
Lento, impalpable.
2003
Imagen: Michael Corridore