Quedate en casa
Pero no te quedés solo
Dejás blanco el espacio
entre vos y yo
Dejás sola a la música
flotando en el vacío
Te olvidás de la respiración
Estás.
Pero la lluvia y sus pétalos
caen secamente sobre un suelo vacío.
Quedate.
Pero no solo mirándome la sombra
que se me escapa y se esconde.
Te sentás.
Analizás tus sueños y tus pesadillas
sin incluirme en ninguno.
Te paseás sobre el miedo
de no encontrarte
mientras me perdés.
Y te perdés más todavía.
No puedo seguir sosteniéndote el mundo
conmigo sentada encima.
El blanco entre nosotros empieza a ser negro.
Quedate.
Caminás con mi ausencia de la mano
y la apreciás.
Te esforzás como siempre
pero en la lucha soy yo la que sale herida.
Acabás conmigo.
Gritás sin mí.
Me sonreís de lejos
pero de cerca me lastimás.
Vas a caminar solo.
Rápido.
Lejos
hasta desaparecerte.
No vas a llamar para que te perdone
otra vez.
Vas a acabar con el aire.
Con la cercana añoranza,
con la ciega melancolía.
El negro va a quebrarse.
Vas a quedarte solo vos
en silencio.
Quedate en casa.
Podríamos recuperarnos.
Podríamos llegar a darnos cuenta
de que no estamos solos.
Y dejar de llorar
cada uno de un lado de la puerta.
2001
Imagen: CHRISTOPHE DILLINGER